viernes, 23 de julio de 2010

¿Jesucristo es un X-Men tipo Halle Berry?

Sí, porque de la unión de ángel con humana debió haber salido un mutante, al menos un híbrido; eso es lo que son los X-Men, seres en los que la evolución no se ha detenido, nuevos sujetos con genes alterados que dan origen a un nuevo nivel de hombre. Accidentes nucleares, encuentros con naves voladoras, picaduras de araña, cópula con dioses, los superhumanos nacen para convertirse en punto de quiebre de épocas y sucesos.

Decimos ángel porque fue el que visitó a la judía María. Dicen que fue Dios, pero debe ser una leyenda, un mito para tapar la oscura realidad luminosa. Dios como concepto y como ser resulta ser solo un derivado gaseoso de las conjeturas e intenciones de los profetas y fosforecidos, baste decir que hasta su nombre fue prohibido en el sintagma judío para ocultar una conspiración más extraterrenal, si no: ¿por qué Jehová requería de sacrificios y ofrendas sexuales? ¿No era él quien lanzaba rayos mortíferos contra sus propios sacerdotes o los electrocutaba porque tocaban su arca? Una amenaza como Jehová tenía que ser conjurado por un superhéroe.

Solo un X-Men es capaz de generar odio, visceral, inconsciente, uno de aquellos sentimientos engarzados como el par trenzado del ADN al temor. Jesús lo generó en Herodes, en los viejos sabios del templo, en los tiradores de piedras, en los fariseos, menos en Satanás que no era hipócrita y lo quería mucho. Bueno, hasta hoy tienen sus diferencias, pero son patas.

Igual que los X-Men, sufrió el rechazo de la gente que tenía que proteger, eso demuestra que nunca estaremos preparados para el cambio. ¿Los cambios siempre tienden a venir temprano? Si Martin Luther King y Malcom X hubieran volado, también hubieran sido unos excelentes X-Men.

Seres atormentados, su propósito de perfeccionar la especie humana es un proyecto todavía inmaduro para sus propios hermanos, los seres humanos entenderán que los tiranizan, que los engañan, que quieren convertirlos en apóstatas de su fe. Mientras más amor pongan en su tarea, más temor y odio recibirán. Jesús al igual que los X-Men, mueren para proteger al mundo y, como no puede ser de otro modo, es resucitado para verse vencedor hasta del mismo infierno.

La fenomenología es el aspecto que más deslumbra a las personas; la gente se maravilla de los poderes, de la fuerza, el control que ejerce su defensor, esto hace que muchas veces no se repare en la fuerza del mensaje sino en la capacidad de, por ejemplo, caminar sobre el agua, convertir el agua en vino, multiplicar peces. Como Tormenta, quien en la película es interpretada por Halle Berry, Jesús tiene un control sobre el clima, detiene una tempestad en curso, calma las aguas, provoca un terremoto, levanta los vientos.

Jesús no es pues telépata como Xavier ni teleportador como Nightcrawler, tampoco dispara rayos como ciclope, ni dobla el fierro como Magneto. En cambio al igual que la mutante africana, puede elevarse sobre el aire y controlar el ambiente. No hay registros de ataques de supervillanos por esa época, por lo que no podemos certificar que Jesús no pudiera atacar con tormentas eléctricas o despedir relámpagos por las manos, pero sí podía regenerar organismos enfermos como en el caso del hombre ciego, aunque podría darse el caso que el pobre hombre solo necesitara un poco de agua limpia para ver bien. El caso de Lázaro es muy aparte, podemos apostar que Lázaro no estaba muerto o al menos Jesús pudo haber recibido ayuda de algún poderoso aliado para recuperar a su amigo para los vivos.

Aunque Stan Lee lo haya ocultado, Jesús es un X-Men, no sabemos si fue el primero en la historia de la humanidad, pero al menos sabemos que era más o menos del tipo que Halle Berry interpretó en las películas. Su misión no ha acabado todavía, pronto vendrán más, nacerá una humanidad más profunda, menos egoísta, donde podremos volar todos y claro, convertir el agua en vino para crear una tormenta. (Por Arturo Mustango)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se nota que no tienes nada que hacer!!!